El COP firmado en 2017 arraiga de forma duradera en la estrategia global del IRD la necesidad de ofrecer una gama de servicios a la altura de la excelencia científica y de las exigencias de las misiones de la institución. Estos servicios deben proporcionar un apoyo valioso para la gestión estratégica de la investigación mediante la implementación de procesos de seguimiento y toma de decisiones simplificados e innovadores. Estos esfuerzos por transformar y adaptar los métodos de organización, de acción y de presencia responden y contribuyen a las ambiciones científicas e institucionales del IRD.
En este sentido, el Instituto forma parte del movimiento nacional de modernización y simplificación de la administración pública.
En 2017, esta postura se ha reflejado en la continuación del proceso de reorganización y racionalización de sus funciones de apoyo, que culminó en una descentralización y gracias al cual las unidades se benefician de un apoyo de proximidad y más eficiente. Se lograron grandes avances en la instauración de las delegaciones regionales en Francia metropolitana con la implementación de nuevos servicios regionales —en particular recursos humanos— y nuevos procesos de apoyo. Las delegaciones regionales creadas recientemente ya están involucradas en iniciativas de excelencia, como el I-site Muse en la región de Occitania.
En 2017, la institución continuó dando prioridad al empleo científico, mediante la introducción de una fase de elegibilidad a los concursos de contratación de investigadores y la valorización de las carreras profesionales de los agentes del Instituto —entre otros, a través de un plan de estabilización de las funciones permanentes—, así como el apoyo a los agentes, en un esfuerzo por mejorar su información, su entorno de trabajo y su calidad de vida.
Los principales cambios a nivel de la organización y las funciones de la institución se han acompañado de nuevas iniciativas, como el cursillo de integración para los nuevos representantes, implementado en 2017. En el ámbito de los recursos humanos, la adhesión a finales de 2017 al régimen RIFSEEP, nueva herramienta de indemnización de referencia del Estado francés, es el resultado de un diálogo continuo entre las organizaciones sindicales y la gestión pública para construir un modelo ambicioso, más justo y transparente.
Gracias a la firma de la orden ministerial relativa a la modificación de la escale IRE, que se implementará en 2018, se reducirán las brechas con las otras prácticas de las EPST y, sobre todo, las diferencias salariales excesivas con los ingresos promedio de los países en los que operamos, especialmente en comparación con los ingresos del personal académico de estos países, con quienes trabajamos a diario.
Modernizar también significa asegurar los procesos de apoyo. En este sentido, el IRD ha trabajado en 2017 para asegurar su control interno y proponer un nuevo plan de acción para las adquisiciones.
La aplicación de una estrategia financiera en línea con las ambiciones del IRD ha acompañado estos cambios, impulsada por la firme voluntad de establecer una buena gobernanza presupuestaria, incluyendo la optimización del patrimonio (por ejemplo, traspaso de las instalaciones de Arue en Polinesia).
La mutualización y la apertura hacia otros socios del ESR también se tradujeron en acciones concretas en este año: entre ellas, podemos destacar el acuerdo marco celebrado con el MNHN y que conllevó a la designación de un representante común en Madagascar.
Por último, y este es un avance importante, hemos puesto nuevas herramientas a disposición de los agentes, de las unidades y de las funciones de gestión para facilitar las decisiones de dotación presupuestaria y de recursos humanos: por ejemplo, la nueva herramienta DAM (solicitud de asignación de recursos) y sobretodo la SIFAC EPST del IRD, implementada en plazos muy ajustados, y que no sólo nos ha permitido aplicar la gestión del presupuesto y contabilidad pública (GBCP), sino también disponer de una herramienta mutualizada para el intercambio de prácticas con nuestros socios.
