Clima: los grandes peces no son en tamaño

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En materia de resistencia frente a las contingencias ambientales, el tamaño no hace la fuerza. Al contrario: los grandes peces son aquellos que sufren más por el aumento de las temperaturas y las actividades humanas, como acaba de mostrar un estudio internacional realizado a través del Océano Indo-Pacífico. Algunas poblaciones de peces loros o de grandes meros, por ejemplo, estarían disminuyendo dos tercios más allá de umbrales críticos de impacto climático y antropogénico.

La biodiversidad de peces está en declive en el mundo. Las especies más vulnerables son objeto de especial atención por parte de los científicos.

Grandes pero no resistentes

Frente a las variaciones climáticas y a la presión antropogénica ejercida sobre las costas tropicales, las más vulnerables resultan ser las especies grandes, como algunos peces loros o los meros. Por otra parte, es la primera vez que se demuestra la doble influencia humana y del clima sobre la biodiversidad de los ecosistemas de coral a través de los datos de observación locales.

Este resultado es fruto de un estudio realizado sobre un amplio conjunto de arrecifes de coral del Pacífico y del Océano Índico, publicado en la revista Nature Communications. Éste implica un gran equipo de científicos franceses del IRD, de las Universidades de Montpellier y de la de Nueva Caledonia y la EPHE. Los investigadores han reunido, en una de las más importantes bases de datos mundiales sobre los peces de arrecifes, más de 10 000 estaciones de observación en buceo submarino; lo que corresponde a varios millones de peces, repartidos entre cientos de especies.

Reducción de dos tercios de la población

Es así que los investigadores han considerado, a partir de modelos, los factores que influyen en la abundancia de estos peces de arrecife. Cuatro factores entran en juego de manera preponderante: el tamaño de las especies, el alcance de su área de distribución, la variación de temperatura del agua y la densidad de las poblaciones humanas actuales. Entre las 240 especies que los científicos pudieron analizar, una quincena, entre las más restringidas geográficamente y que miden más de 50 cm a la edad adulta, ha disminuido en número en más del 67% cuando el cambio climático y el desarrollo de las actividades humanas superan determinados umbrales críticos.

La seguridad alimentaria en peligro

Esto es tanto más alarmante cuanto que los grandes peces abastecen directamente las necesidades alimentarias y económicas de muchos países en desarrollo, sin contar el papel que cumplen en la buena salud de los arrecifes. En algunas regiones, estas especies son muy explotadas, por ejemplo el pez loro azul y los meros de gran tamaño, que se han vuelto poco frecuentes, especialmente en las zonas donde hay una gran diversidad como en la región del « Triángulo de coral ». Esta concentra la mayor biodiversidad marina del mundo entre Malasia, Indonesia, Filipinas y las Islas Salomón - es decir, el 1% de la superficie de la Tierra.

Dichos resultados ponen de manifiesto la necesidad de prestar una atención especial a las especies más vulnerables. Integrar estos conocimientos en las estrategias de conservación podría contribuir a reducir el impacto humano sobre las poblaciones amenazadas.

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