Con motivo de la COP22 en Marrakech, siete instituciones francesas —AFD, CNES, OIEau, CNR, IRD, Irstea y BRLI— suscribieron un acuerdo de grupo el viernes 11 de noviembre, con el patrocinio y en presencia de Ségolène Royal, Ministra del Medio Ambiente, la Energía y el Mar, a cargo de las Relaciones internacionales sobre el clima. Estas instituciones se unen para trabajar sobre nuevas perspectivas de seguimiento de los recursos hídricos mediante la integración de datos espaciales. El acuerdo busca responder a las necesidades de los actores del Sur movilizando la pericia francesa, reconocida a nivel mundial, y se enmarca en una lógica de mejora de los conocimientos acerca de los efectos del cambio climático.
En el caso de los países que comparten una misma cuenca hidrográfica, es fundamental intercambiar conocimientos y datos acerca de los cursos de agua para así utilizar mejor los recursos comunes, especialmente en un contexto de cambio climático. Sin embargo, desde hace 30 años, se observa una fuerte disminución de las bases de datos hidrométricas en el mundo y en África en particular.
El uso de datos espaciales y, específicamente, la altimetría espacial, podría revertir esta tendencia, como lo demuestran los primeros resultados con más de 500 estaciones hidrológicas virtuales construidas en el marco de este grupo de trabajo. Por primera vez, con una cobertura global, se recopilarán datos hidrométricos relativos a los grandes ríos y lagos así como al nivel de los océanos, para el año 2020, en el marco del programa satelital SWOT (Surface Water and Ocean Topography). Se trata de un proyecto franco-estadounidense CNES-NASA (que cuenta con la colaboración de las agencias espaciales de Canadá y el Reino Unido) financiado, del lado francés, por el Programa de Inversiones de Futuro.
El grupo también apoya el trabajo en actividades « piloto », como las que se llevan a cabo en la cuenca del río Congo en colaboración con la Comisión Internacional de la Cuenca Congo-Oubangui-Sangha (CICOS), financiadas por el ADF, el Ministerio del Ambiente, de la Energía y del Mar y el Fondo Francés para el Medioambiente Mundial (FFEM).
El río Congo es una de las principales preocupaciones mundiales en materia de cambio climático y biodiversidad. Lo que está en juego son tesoros excepcionales: 204 millones de hectáreas de bosques húmedos tropicales (sumideros de carbono), 60 % de la biodiversidad africana, 25 000 km de vías navegables, 100 GW de potencial hidroeléctrico. Hoy, existen muy pocos datos sobre su caudal actual y su evolución. Para anticipar los efectos del cambio climático se necesita, en particular, un mejor conocimiento de las situaciones actuales y futuras, que se obtienen a través de estas herramientas de seguimiento.