Corales «dopados» con guano

Compartir

Científicos del IRD acaban de revelar el impacto hasta ahora desconocido del guano en el medio marino y los corales.

Las heces de las aves marinas que anidan en las costas no fertilizan solamente los ecosistemas terrestres. Por primera vez, un estudio ha establecido su impacto en los medios marinos. «Hemos demostrado que el nitrógeno presente en el guano enriquece las aguas marinas a nivel local —explica la bióloga Anne Lorrain, especialista en ecología trófica y rastreo isotópico—. Incluso los corales lo asimilan!».

Para establecerlo, los científicos del IRD trabajaron alrededor de los archipiélagos de Entrecasteaux y Chesterfield, respectivamente a 230 y 550 km de Nueva Caledonia. Muy aislados, deshabitados y protegidos de cualquier tipo de contaminación antropogénica que pudiese alterar los resultados del estudio, estos arrecifes reúnen las condiciones ideales para evaluar si el guano participa en la cadena trófica marina. En efecto, se encuentran en un medio particularmente oligotrófico y albergan gigantescas colonias de aves marinas. «Estos minúsculos islotes son el refugio de decenas de miles de aves marinas de una amplia variedad de especies, que vienen aquí a reproducirse —comenta Éric Vidal, especialista en fauna insular—. Se quedan entre unos meses y un poco más de un año y el resto del tiempo viven el alta mar, en el Pacífico tropical». Su presencia permanente provoca la acumulación de enormes cantidades de excrementos en los islotes.

Específicamente, para la investigación, se utilizaron marcadores isotópicos del nitrógeno presente en el guano para rastrear su entrada en las cadenas trópicas marinas. El análisis de las muestras señala claramente la presencia de este elemento en las aguas de las lagunas de arrecife, pero también en los tejidos de los corales adyacentes a los islotes. «Aún nos falta identificar las vías a través de las cuales los elementos del guano terminan en el agua del mar —puntualiza la investigadora—. Podría ser mediante la lixivación del guano acumulado en los islotes, la percolación a través de resurgencias de agua dulce en el mar, la caída de excrementos directamente en el agua de las lagunas durante los trayectos que realizan los pájaros para ir a alimentarse, o incluso todo esto a la vez».

También quedan por aclarar los mecanismos que permiten a los corales asimilar el nitrógeno del guano. Existen, o incluso coexisten, dos hipótesis. «Podría ser que este nutriente sea integrado por el plancton, que a su vez es absorbido por los corales. También puede ser que el nitrógeno en forma disuelta sea captado por las zooxantelas, microalgas que viven en simbiosis con los corales, y que estas lo pongan a disposición de sus anfitriones», sugiere Fanny Houlbrèque, especialista en fisiología de los corales.

El enriquecimiento en nitrógeno proveniente del guano concierne a los corales que se encuentran cerca de las grandes colonias de aves. Queda por ver, sin embargo, cuál es el impacto de este aporte en la salud de los corales. Podría ser que ayude a mejorar su resistencia al fenómeno de blanqueamiento, que afecta a un gran número de arrecifes de coral o, por el contrario, que tenga un efecto negativo. Las investigaciones futuras buscarán responder esta pregunta.

Ir más lejos