Ecosistemas antropizados y servicios ecosistémicos

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Los investigadores del equipo «Ecología integrativa» del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de París publicaron una matriz para evaluar los servicios ecosistémicos de los ecosistemas modificados por el hombre.

Los ecosistemas y la biodiversidad en general sostienen y proporcionan un gran número de servicios conocidos como servicios ecológicos o servicios ecosistémicos, que por lo general se consideran como bienes comunes y/o públicos, siendo vitales o útiles para la humanidad, las otras especies y las actividades económicas. Esta noción permite vincular las actividades humanas con los sistemas ecológicos, además de ser una herramienta de toma de decisiones. Sin embargo, nunca se ha aplicado de manera completa y coherente a los ecosistemas antropizados, es decir aquellos modificados por los humanos, a pesar de que la mayor parte de ellos lo son.

Por ejemplo, los servicios que proporcionan los campos cultivados suelen evaluarse únicamente en función del valor de su producción, que a menudo depende de los fertilizantes o pesticidas utilizados así como del trabajo humano necesario. Estas prácticas agrícolas tienen un impacto negativo en los sistemas ecológicos (pérdida de fertilidad de los suelos, emisiones de gases de efecto invernadero, pérdida de biodiversidad, etc.). Por lo tanto, no se puede considerar directamente a la producción agrícola como un servicio puramente ecosistémico.

Los investigadores del IRD y sus socios han desarrollado una matriz de evaluación genérica de los servicios ecosistémicos de estos ecosistemas, basada en la evaluación conjunta de los servicios positivos y negativos, en la pérdida del capital natural y en sus efectos sobre los demás ecosistemas. Esta matriz podría ser útil, en particular, para evaluar distintas prácticas agrícolas (con o sin insumos, por ejemplo), gestionar la proporción de bosques y tierras cultivadas e incluso desarrollar prácticas más sostenibles.

De manera general, esta matriz de evaluación puede permitir optimizar todas las prácticas que entran en el ámbito de la «ingeniería ecológica» en todos sus contextos de aplicación (agricultura, ganadería, entornos urbanos, etc.).

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