La acción del IRD fue reconocida por las instituciones europeas, que otorgaron un premio de 1 000 000 euros (H2020 Birthday Prize). al proyecto QUARITE sobre la salud infantil en Senegal y Mali, dirigido por Alexandre Dumont del CEPED. Asimismo, Florin Grigorescu, investigador del Inserm en el IRD y responsable del equipo Nutrición y Genomas en Nutripass, fue uno de los ganadores del premio étoiles de l’Europe, que valora a los investigadores por su compromiso europeo. Grigorescu es coordinador del proyecto MEDIGENE, que busca comprender los factores genéticos y medioambientales detrás del síndrome de resistencia a la insulina en las poblaciones mediterráneas.
En junio de 2017, el proyecto de envergadura NOPOOR presentó sus conclusiones al término de cinco años de trabajo e investigación acerca de las dimensiones de la pobreza en diversas regiones del planeta. Este proyecto ha permitido, entre otros, transferir resultados de investigación a la definición de políticas de asistencia social, educación, acceso a los servicios públicos e integración de los migrantes.
Durante las Jornadas Europeas del Desarrollo en junio, se destacó la iniciativa 4p1000 en el marco de un debate organizado por el IRD sobre el tema «Los suelos y la agricultura frente al cambio climático» que contó con la participación de la Comisión europea y de un investigador en agroecología de Burkina Faso.
En octubre de 2017 en Bruselas, el IRD organizó un taller sobre los servicios climáticos en África Occidental, poniendo de relieve su colaboración privilegiada con el West African Science Service Center on Climate Change and Adapted Land Use (WASCAL) e integrando sus investigaciones conjuntas al diálogo científico de alto nivel entre Europa y África.
En noviembre de 2017, el IRD se movilizó intensamente con motivo de la Cumbre Unión Africana/Unión Europea participando en la organización de diversos eventos paralelos en Abiyán con el objetivo de poner en valor su trabajo sobre los temas de gobernanza, demografía y salud sexual, servicios climáticos y migraciones. El Instituto también apoyó el Llamamiento de Abiyán y abogó (mediante la enmienda de la declaración política adoptada al finalizar la Cumbre) por el aumento de los fondos destinados a la investigación en África como condición indispensable para el desarrollo del continente.