Reforzar las capacidades es un objetivo transversal de todas las actividades científicas del Instituto, que se basa en una convicción: que el desarrollo pasa por comunidades científicas autónomas y abiertas a los retos sociales. En pos de ello, el IRD hace hincapié en el fortalecimiento de las formaciones destinadas a fomentar la transmisión de conocimiento en los ámbitos clave del desarrollo sostenible, promoviendo la utilidad social de los futuros investigadores y su capacidad de innovación.
Iniciado en 2015, el programa de apoyo a los másteres en África Occidental y Central apoya a los equipos del IRD que cooperan con universidades y centros de investigación en los países del Sur para establecer o fortalecer programas de formación inicial. El objetivo es enriquecer la oferta de estudios universitarios firmemente asentados en la investigación y conectados al sector socioprofesional con el fin de mejorar la adecuación entre formación, empleo y desarrollo. Varias iniciativas actualmente activas ilustran el papel central que el IRD puede desempeñar dentro de esta dinámica: una sobre recursos hídricos y riesgos medioambientales en las metrópolis de África Occidental (Erasmus+ MAREMA), otra sobre los entornos costeros y marinos de África Central (Máster GIELM, colaboración AUF-IRD-SCAC Camerún-Agencia Nacional de Parques Nacionales de Gabón) y un proyecto en fase de elaboración para desarrollar una oferta de estudios en agroecología. Esta estrategia permite ampliar la presencia del IRD en los programas de financiación para apoyar la cooperación en el ámbito de la educación superior y, de manera general, con los donantes para el desarrollo.
En 2017, con el fin de afianzar los lazos entre investigadores y actores políticos y económicos del desarrollo, el IRD prestó su apoyo a dos escuelas de formación: una en torno a la aplicación concreta del Protocolo de Nagoya y otra sobre geomática libre adaptada a las problemáticas de África Occidental. Además, organizó una escuela de primavera sobre la lucha contra la violencia urbana.
En 2017, se organizaron tres talleres en Bondy, Quito (Ecuador) y Luang Prabang (Laos), con el objetivo de crear espacios de encuentro e intercambio entre investigadores «culturalmente cercanos», con diversos niveles de experiencia y que trabajan sobre una variedad de temáticas, para que puedan aprender unos de otros. Los participantes pudieron desarrollar habilidades complementarias en comunicación, fotografía, redacción de artículos científicos, búsqueda bibliográfica, gestión de equipos, etc.
Además, estas iniciativas brindan la oportunidad de fortalecer los vínculos con investigadores asociados para valorizar sus perfiles y trabajos, implicarlos en las diferentes actividades organizadas por el IRD y responder a licitaciones de organismos internacionales (Banco Mundial, diversas organizaciones del sistema de las Naciones Unidas).
La cooperación institucional con las escuelas doctorales está poco desarrollada y suele limitarse a la financiación de tesis (cofinanciación Mérieux, programa PDI y escuelas doctorales en Perú). Para complementar su papel en la orientación de estudiantes en el Sur, el IRD apoya a las universidades asociadas en la creación o el fortalecimiento de escuelas doctorales en colaboración con sus dispositivos de investigación colaborativa (LMI, observatorios). En este sentido, participa en el mejoramiento de las formaciones doctorales, contribuyendo al desarrollo de habilidades que no están directamente relacionadas con las actividades de investigación.
Así, el IRD ha unido fuerzas con otros socios para la creación de un colegio doctoral sobre agroecología en África Occidental y para la formación de una cohorte de doctorandos en parasitología en los países del Sur con el apoyo del Labex Parafrap.
En 2017 se iniciaron las actividades de la segunda fase del proyecto AMRUGE-CI. Dirigido por equipos de Costa de Marfil en colaboración con equipos de África y Francia, este proyecto permite desarrollar nuevos conocimientos sobre medioambiente, agricultura, sustancias naturales, clima y políticas públicas, formar a jóvenes doctorandos y apoyar a empresas innovadoras.
Este año también, 30 proyectos de investigación fueron seleccionados para recibir apoyo del programa SEP2D sobre biología vegetal.
